La anatomía de desarrollo consiste en el estudio de las
diferencias, los cambios de morfología y el crecimiento de un organismo desde que
es una célula hasta su nacimiento, desarrollo y envejecimiento. Esta ciencia
cuenta con diversas ramas dependiendo de la etapa y edad del individuo que se
estudie, estas son:
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Embriología: estudio en los cambios en la forma
y función del cuerpo de los embriones cuando se encuentran en la etapa
prenatal. Analiza la morfogénesis, el desarrollo del embrión, la gametogénesis
y todos los procesos involucrados en esta etapa del feto.
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Perinatología: permite el estudio de los cambios
morfológicos del feto desde la semana 28 de gestación hasta entre 7 y 28 días
después de su nacimiento.
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Pediátrica: se estudian los diversos cambios del
cuerpo que ocurren desde los primeros meses de vida hasta la pubertad.
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Geriátrica: normalmente aplicada a partir de los
60 años, estudia los efectos de la edad en el cuerpo humano basándose en el
funcionamiento de sus órganos.
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Teratológica: se ocupa del estudio del
desarrollo anómalo de cualquiera de las partes del cuerpo humano,
independientemente de si estas anomalías se producen por factores internos o
ambientales.
Geometría del cerebro
La Geometría del cerebro es la base de su construcción.
Dos conceptos importantes en el desarrollo del cerebro son la Geometría y la
Centralidad. Se debe saber percibir sectorialmente al cerebro sin lo que éste
se funde en una masa unificada y se subordina al cerebelo que se regula, de
hecho, por el tronco del encéfalo, o sea es una parte que queda inconsciente.
El estudio del cerebro y las especulaciones sobre el tema
del cerebro tienen una línea separativa bien clara, relacionada con el funcionamiento
práctico de llegar a la percepción táctil, que no puede ser sustituida por
ningunas declaraciones verbales. Por supuesto, es importante también la
determinación de la naturaleza de la Geometría del cerebro, pero en esto
precisamente consiste la complejidad, dado que se implican acciones prácticas.
Alimentación del cerebro
La alimentación del cerebro es el principio básico de
operar con él. Mientras que la persona no conozca la nutrición del cerebro, no
podrá manejarlo por dentro, dado que sin la presencia de energía adicional, el
cerebro seguirá depender de las formas utilitarias de saturación, es decir de
la excitación temporal. Aquí otra vez se trata del homúnculo o por lo menos de
la sodalita. El tema de la alimentación del cerebro es muy importante y
voluminosa al que está dedicado un todo sistema, y en este caso es importante
fijar una cosa: persona que no sabe alimentar su cerebro o no lo comprende, no
puede ni pensar en su desarrollo.
Clarividencia e Iluminación
La cuestión más importante en el conocimiento del cerebro
que en la actualidad está perdida, son las propiedades y las cualidades de los
iluminados que se distinguen incluso del científico más eminente, si, desde
luego, no se trata de alquimistas como Newton. La Iluminación es la forma
suprema de existencia del ser humano, que llega después de la obtención de
Centralidad y el cambio de los modelos geométricos, si, por supuesto, la
persona no ha nacido de índices inherentes de naturaleza. Es un determinado
estado de resonancia que eleva el nivel de la persona a otra onda de vibración
diferente, pero al mismo tiempo la hace dependiente de esta onda. Y además de
este estado elevado, existe otro aún más elevado, cuando el ser humano maneja
esta onda, estas oscilaciones.
De esta manera, hemos mostrado las direcciones
relacionadas con el concepto de la “anatomía del desarrollo”, que hoy en día
determina la capacidad de conocer no sólo nuestra naturaleza personal, sino que
además la profundidad del mundo en general.
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